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Los integrantes del Werner Competición tuvieron que esperar las “eternas” 14 vueltas para lucir las remeras (con la leyenda de campeón 2013) que llevaban debajo de los buzos y las camperas de colores rojo y blanco característicos del equipo entrerriano de Paraná.

Luis, el padre del joven monarca, se salía de la vaina por poner el plotter con el número 1 en la trompa del Tito. Apenas lo mostraba, escondiéndolo debajo de su abrigo cuando sólo iban cuatro vueltas y Julián marcaba cómodo el camino.

Con el banderazo sobre el monoplaza ganador, se desató el festejo en los boxes de la escuadra que abrió las puertas a Santero desde aquella quinta cita de 2012 en Oberá. “Este es un sueño hecho realidad.

Desde que empezó a correr en karting que Julián quería ser campeón de Fórmula Renault. Hizo todo bien y es el merecido campeón”, tiró su papá mientras se abrazaba con Mari. Desde Colonia Caroya, donde Valentino (el hermano menor) afrontó el Argentino de karting, también llegaban los saludos.

Rápidamente, el 2 fue cambiado por el 1 y nuestro representante se dirigió al podio. “Agradezco al equipo porque me entregó un auto espectacular. Siempre fuimos contundentes en todos los circuitos y creo que este campeonato se lo debo totalmente a ellos”, tiró Julián al momento que recibía los dos trofeos en el peldaño más alto.

Pese al deber cumplido, Santero aseguró que completará la temporada en la “escuela” de talentos. “Voy a disputar todas las carreras que restan y terminar de la mejor manera. Si la próxima fecha es en San Martín, será lindo celebrar el título ante mi gente, aunque también estaría bueno correr con un Súper TC 2000”, lanzó desafiante.

Esto se debe a que suena fuerte para dar el gran salto de categoría, cualquiera sea el resultado definitivo con el Renault Mégane II de TC 2000. “Cumplí con mi objetivo y estoy más que contento por hacerlo antes de lo que me imaginaba. Ahora apuntaré a pelear por el título de TC 2000 y luego veremos”, afirmó quien ya mantuvo contactos con el PSG16 Team para 2014.

A la hora de agradecer, Julián no se olvidó de “mi familia, los auspiciantes, mis amigos y el equipo. Maxi, José y Mariano (Werner) me dan una mano bárbara, por eso este título también es para ellos. Se trabajó muchísimo a lo largo del año para lograr el objetivo y quedó demostrado en todas las fechas”.

El cotillón invadió el box, no faltó la bebida para festejar y Julián se puso la corona. ¡Salud campeón!

Diego Rafael Espósito – [email protected]

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