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José Manzano, aquel recordado piloto del Turismo de Carretera de la inolvidable década del ’60 y principios  de los ’70, volante de punta y nervios de acero, audaz y temerario en todas las rutas del país, el ídolo más grande del deporte alvearense de todos los tiempos, donde nació un 2 de setiembre de 1933, murió en la capital de Mendoza el 9 de enero de 2011, a la edad de 78 años.

Producción: Carlos Campana

Textos: José Félix Suárez

Ilustración: Guillermo Iragorre

Fuente: Los Andes

Entre 1961-1974 corrió en la más importante de todas las categorías en una época de oro del automovilismo deportivo a la par de referentes del nivel y la jerarquía de Oscar y Juan Gálvez, Dante Emiliozzi, Carlos Menditeguy, Carlos Pairetti, Rodolfo De Álzaga, Marcos Ciani, Juan Manuel Bordeu, Eduardo Casá, Rubén Luis Di Palma, Jorge Cupeiro, Carlos Marincovich, Santiago Luján Saigós, Carlos Loeffel (corría con una pierna ortopédica), Ángel Meunier,  Jorge Ángel Pena, Raimundo Caparrós, Armando Ríos, Félix Peduzzi, Julio Devoto (Ampacama), Oscar Cordonnier, Ángel Rienzi, Eduardo Copello, Héctor Gradassi, Hugo Gimeno y muchos más. Hijo de Juan Manzano y de Manuela Martínez fue el segundo de cuatro hermanos varones: Enrique, José, Alfredo y Juan Carlos.

Después de cursar el ciclo primario en su departamento natal completó el bachillerato en el Colegio Don Bosco de Rodeo del Medio, donde también estudió enología. De cuna bodeguera se relacionó desde muy joven al igual que sus tres hermanos con la empresa familiar que había fundado su padre:  Bodega y Viñedos Juan Manzano SRL.

Una propiedad de 200 hectáreas de terreno con 180 sembrados de vid que producía anualmente diez millones de kilos de uva de las que se extraían seis millones de litros de vino. Se recuerda que el Reserva Manzano  era comercializado principalmente en Mendoza, Santa Fe, Formosa, La Pampa y gran parte de la Provincia de Buenos Aires. Admirador a nivel internacional de Juan Manuel Fangio, al que consideraba su padrino, espejo, modelo e ídolo eterno, con quien en 1971 compartió un viaje a Nürburgring, en Alemania, para probar el Torino que entonces se destacaba en las rutas del país.

Del mismo modo nombraba a nivel local a su comprovinciano Pablo Gullé, al que elogiaba porque según decía “le daba rosca, no especulaba nunca y ponía todo lo que hay que poner arriba del auto”; Jorge Ángel Pena, al que destacaba como “un corredor enorme y mejor persona”, y Marcos Ciani, el popular volante de Venado Tuerto. José comentaba que desde muy chico descubrió la atracción  y el encanto por los autos de carrera, de modo especial por el Turismo de Carretera, esa encendida pasión de miles y miles de argentinos que se volcaban a las rutas para ver pasar a esos coches que desafiaban las distancias, los caminos y los golpes tras un triunfo consagratorio.

Contaba por ejemplo que tenía alrededor de 11 años cuando se presentó de manera espontánea en el taller donde preparaba su máquina Jorge Ángel Pena y se animó  a decirle: “¿Sabe cómo me gustaría ser su acompañante?”. Tiempo después  convino un desafío con Raúl Baiochini, que era un amigo de la adolescencia: el primero de los dos que armase un Turismo de Carretera sería el piloto y el otro el acompañante.

Sin embargo los dos debutaron con un auto prestado en la Vuelta de La Pampa, que se disputó el 18 de junio de 1961, con la victoria de Dante Emiliozzi y el abandono del mendocino. Para esa carrera José  alquiló el Chevrolet que habitualmente conducía Pena, con quién había forjado una amistosa relación desde aquella anécdota de los once años, coche que después le compró de manera definitiva.

Quinta a fondo

“Robusto, gesticulante, eufórico. Con una salud apabullante. Habla con voz fuerte y se ayuda constantemente con las manos. No está quieto nunca. Trabaja a la par de sus mecánicos y empuja a todos con su fervor. Conduciendo su Chevrolet es lo mismo. Sin concesiones. Anda fuerte. Muy fuerte. Algunas veces demasiado y va a parar lejos del camino. Pero ese es su estilo y cuando el auto aguanta, hace lo que en este Gran Premio: se ubica entre los primeros.

José Manzano fue la máxima revelación. Corre con furor. No se achica. Tiene contagiado a todo General Alvear y por su temperamento avasallante arrastra la simpatía de todo el pueblo que lo sigue con cariño. Ahora está consagrado. Para lograrlo hacen falta espíritu sano, temperamento sólido y voluntad indomable. Manzano lo tiene”. Textual de El Gráfico en la época que dedicaba su última página al destacado de cada semana después del brillante tercer puesto de José detrás de Juan Manuel Bordeu y Dante Emiliozzi en el Gran Premio de TC de 1964 que se corrió entre el 5 y el 13 de diciembre de ese año.

Para los alvearenses resultó inolvidable cuando en la tercera etapa, entre Zapala y San Rafael, cumplió con su palabra de que sería el primero en pasar por su tierra natal, lo que hizo posible al superar a Bordeu tras un intenso duelo. Un año antes, el domingo 12 de mayo de 1963 ya había conmovido al mundo tuerca con un espectacular desempeño en la Vuelta de Santa Fe, que ganó Saigós en la que largó en el puesto 33, para colocarse cuarto en el último giro y primero por tiempo, sólo superado en el camino por el propio Saigós, Bordeu y Emiliozzi, hasta su abandono casi al final del recorrido.

En su largo y rico historial, entre 1961-1974, durante los primeros siete años fue acompañado como co-piloto por su entrañable amigo Vicente  Adolfo Marello, quien a los 84 años lo recuerda “con  el afecto, el respeto y la admiración de siempre”, como señaló a Más Deportes. Luego, por los hermanos Víctor  y Ernesto Bueno, que integraban su equipo de mantenimiento.

Durante su etapa de corredor el mendocino alcanzó posiciones realmente destacadas: 1961, abandonó en la Vuelta del Chaco; 1963, abandonó en la Vuelta de Santa Fe y en el Gran Premio Argentino; 1964, 2° en Tandil, 3° en el Gran Premio Argentino, 4° en Mar del Plata, 6° en Rufino, 8° en Junín y 13° en La Pampa; 1965, 2° en La Pampa, 2° en Chacabuco, 2° en el Gran Premio Argentino como escolta de Eduardo Casá, 5° en Santa Fe y abandonó en Necochea, Pehuajó, Mercedes y la Vuelta de Cuyo; 1966:  6° en Hughes, 10° en Tandil, 10° en Mendoza, 16° en Junín y abandonó en la 4ta. etapa del Gran Premio Argentino cuando era líder absoluto de la general tras ganar la etapa inicial; 1967, con Torino, 1° en Salto, donde le ganó por apenas 28 segundos a Menditeguy, 8° en Buenos Aires (Autódromo Municipal), 11° en San Nicolás, 14° en San Juan, 17° en Tres Arroyos, 19° en el Gran Premio Argentino y abandonó en Hughes; 1970, 2° en Santa Fe, 2° en Los Cóndores, 3° en Jesús María, 5° en Córdoba, 5° en Chivilcoy, 7° en Capilla del Monte, 11° en San Nicolás, 12° en Bragado y abandonó en Pergamino, Hughes y el Gran Premio Argentino; 1971, 2° en el Gran Premio Argentino detrás de Carlos Marincovich y 13° en Salto y 1974, abandonó en Chivilcoy y 25 de Mayo, en las que fueron sus dos últimas carreras.

Anécdotas del técnico de la toalla

DEBUT:  Manzano hizo su presentación en el TC en la Vuelta de La Pampa, que se corrió en junio de 1961, con un Chevrolet que le prestó Jorge Ángel Pena y que fue su primer coche de carrera, que después compró definitivamente. José le comentó a Más Deportes en abril de 2009, en ocasión de una entrevista en su departamento de la calle Don Bosco, donde entonces residía: “Con Adolfo (por su acompañante Marello) llegamos a Santa Rosa el mismo día de la carrera. No pudimos clasificar y por sorteo nos tocó el número 32 en la largada.

El coche respondió de manera magnífica y al cumplirse los primeros 50 kilómetros de recorrido ocupábamos el sexto puesto por tiempo. Cuando salimos de la tierra y pisamos el asfalto habríamos andado unos 20 kilómetros más y habíamos pasado al quinto lugar. Más adelante se rompió y tuvimos que abandonar. Había que ver cómo salían por el caño de escape los pedazos de pistón y de aros. Después lo compré porque era un auto muy fuerte y muy noble. De punta, como yo quería y como entendía el automovilismo”.

GRAN PREMIO: Aunque resultó 3ro. en el GP de 1964, 2do. en el GP de 1965 y nuevamente 2do. en el GP de 1971, el Gran Premio que más recordaba era aquel de 1963, el primero en que participó y que ganó  Pairetti, cuando Menditeguy se quedó a 15 km. de la llegada: “El primer parcial, entre Mercedes y Santa Rosa, había resultado muy veloz y veníamos bastante bien colocados.

Pero en el segundo tramo, entre Santa Rosa y Mendoza, empezaron los inconvenientes, porque la mayoría de los autos se empezaron a romper. Se corría en caminos de tierra, con badenes muy pronunciados y en algunos tramos nos teníamos que guiar por los cables de la línea eléctrica o por las nubes de tierra que dejaban las máquinas que venían adelante. Nosotros llegamos con lo justo, pero como no logramos solucionar los graves problemas mecánicos que traíamos no pudimos largar la tercera etapa. Pese al abandono resultó una gran experiencia participar en el GP era el sueño de todo corredor”.

IMPERIO:  la familia Manzano administró durante años la Bodega y Viñedos Manzano SRL, que había sido fundada en General Alvear por don Juan Manzano y que llegó a ser un verdadero imperio vitivinícola en el sur de la provincia. En una época el directorio de la empresa fue ocupado por sus propios padres, Juan Manzano y Manuela Martínez, mientras que los cuatro hermanos se repartían distintos cargos jerárquicos:  Enrique, presidente de la firma; José, gerente ejecutivo; Alfredo, gerente de ventas y Juan Carlos, gerente de producción. La bodega llegó a tener 150 empleados y a vender 800.000 litros de vino mensualmente.

Te acordás hermano…

Cuando  el gran piloto mendocino José Manzano nació en 1933, en el Mundo, en el país y en Mendoza sucedían estos acontecimientos: en Alemania, el presidente  von Hindenburg nombra canciller a Adolf Hitler. Meses después el Congreso alemán o Reichstag aprueba una ley por la que se conceden plenos y excepcionales poderes al Gobierno de Hitler. También se produce una gran persecución contra los judíos en ese país.

En los Estados Unidos, el demócrata Franklin D. Roosevelt (foto) se convierte en el trigésimo segundo presidente de esa nación. Mientras que en Nicaragua finaliza la guerra civil, con un tratado de paz firmado por el revolucionario Augusto Sandino y el presidente Juan Bautista Sacasa.

En nuestro país se producen varias conspiraciones políticas para derrocar el gobierno del presidente Pedro Justo. Además, fallece el ex-presidente Hipólito Yrigoyen. En Mendoza, llega el popular cantante de tango Carlos Gardel (foto) quien actúa en el Cine Teatro Palace. Esta sería la última vez que se presentaría en nuestra ciudad.

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