El piloto mendocino volvió a Mendoza después de su gran actuación en el Dakar. Ya piensa cómo encarar el rally del año próximo.
Orly Terranova volvió ayer a la provincia después de su gran actuación en el Dakar, donde culminó en el quinto lugar, además de haber ganado una etapa, algo inédito para los pilotos argentinos en autos.
Terranova, en dialogo con Ricardo Montacuto y Cristina Rodríguez, en el programa After Office, de MDZ Radio, relató cómo vivió esta nueva experiencia en el rally más exigente del mundo.
“Llegamos con un perfil muy bajo al Dakar. Sabíamos que habíamos hecho una preparación inteligente y acertada. El equipo nos había dado un auto muy bueno. Habíamos conformado un grupo muy fuerte. Por las carreras durante el año sabíamos que teníamos velocidad. Era posible estar en la punta”, comenzó contando.
“El primer día hubo mucha tensión. No estábamos cómodos. Pero ya en el segundo día metimos un cuarto puesto, muy cerquita de la punta. Después vinieron los días para el olvido, el tercero y el cuarto. Perdimos tiempo por un error de navegación pero no nos desesperamos”, explicó, y agregó: “Después de Perú hicimos una carrera inteligente, con etapas rápidas, siempre en los primeros puestos. Así fuimos descontando en la punta”.
Después de Perú hicimos una carrera inteligente, con etapas rápidas, siempre en los primeros puestos. Así fuimos descontando en la punta.
Acerca de Nani Roma, uno de los pilotos con los que tuvo mayor rivalidad, Orly analizó: “Me veo siendo su rival, desde el punto de vista deportivo. Es joven, tiene una sed descomunal por victorias, es un piloto muy talentoso. Nos va a tocar dirimir, junto con otros más, los más jóvenes, el recambio que vendrá. Él está percibiendo que yo estoy creciendo como piloto y puedo ser una amenaza”.
¿Corrés en Mini el año que viene?
Es el objetivo. Vamos a delinear la estrategia. Hoy es la finalización de un ciclo de trabajo de 12 meses. En una semana arranca el ciclo del 2014.
¿Qué anécdota te llevás de este nuevo Dakar?
La solidaridad del Chino Yacopini. Con él he entablado una relación muy profunda, muy sincera. Desinteresada de ambos lados. En el momento más complicado de la cuarta etapa, él junto con Marco Scopinaro perdieron mucho tiempo y laburaron como si fuera el auto suyo para sacarnos de un pozo. Y gracias a eso hoy podemos estar acá. Fue un gran momento. Sentís lo que es la amistad. Me quedé contento porque él terminó.
¿Cómo lo viste a Al Attiyah?
Es por lejos el mejor administrador de imagen de un piloto. Si hay un bebé y hay una cámara, él va a acariciar al bebé. Hay un piloto complicado y una cámara y él va a estar dándole agua, ayudándolo. Pero cuando se pone el casco y se sube al auto es un asesino serial con un talento descomunal. Es un gran artista abajo y un gran piloto arriba. Es un gran tipo, yo le tengo mucho aprecio.
¿Sentís rivalidad con Lucio Álvarez?
Lucio es un piloto con talento, con mucho potencial pero me parece que llegó muy inflado al Dakar. Demasiado soberbio. Yo salí a hacer mi carrera. Él salió a hacer la suya. En esta carrera me tocó que él vea la tierra detrás nuestro por mucho. Seguramente en otra nos tocará a nosotros ver la tierra y esto es el deporte, la rivalidad, la competencia.
Mdzol.
